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:: 26.3.10 ::
Hop-la. Abracadabra. Hocuspocus. ¡Presto!.
Vuelvo tras embarcarme en una suave aventura de fieltro. Ando, además, haciendo nido para un nuevo miembro de mi familia. Un suave felino gris llamado invierno (Winter). Suave suave. Todo parece avanzar con suaves pasos de gato últimamente.
:: Susurros de _Muerte_ a las 7:47 p. m. [+] ::
:: 24.9.09 ::
“Su sistema podría estar en peligro”.
“Esta copia de Windows no ha pasado el proceso de validación Vd. podría ser víctima de software ilegal”.
“Parece que no hay espacio suficiente...”.
¿Por qué los ordenadores hablan constantemente sin que les preguntes?. Es más: ¿por qué hablan a veces con circunloquios?. ¿Por qué no: “Actualiza el antivirus”. “Está lleno”, “Somos los de Microsoft. Este mensaje es sólo para molestarte porque tu Windows es pirata”?.
A ver, se supone que las máquinas son totalmente imparciales y objetivas. Entonces, ¿por qué no dicen las cosas claramente?. ¿Acaso los programadores, o Microsoft o quienquiera que esté detrás de esos textos políticamente correctos cree que un ordenador puede herir nuestros sentimientos?.
“Parece que usted es víctima..”. Es como lo de Gila: “parece que alguien ha matado a alguien...”. Hombre, por Dios. Que ya somos mayorcitos.
Personalmente, espero que una máquina me hable como un prospecto o una cajetilla de tabaco. Quiero que me diga verdades sin más: “ “Produce somnolencia”. “Fumar mata”. Cualquier otra actitud por parte de algo incapaz de sentir me da escalofríos, porque... ¿de dónde procede su amabilidad, o su paternalismo? ¿a qué se debe?. ¿Qué quiere de mí?
“¿Disculpe?” dice la voz femenina del bluetooth al oir nuestros improperios cuando nos damos cuenta de que el GPS nos ha guiado hasta un descampado sospechoso. Diría que hay cierto sarcasmo y algo de sorna en esa voz de lata.
Pero quizá es porque ando paranoica y veo tostadoras donde no las hay desde que acabé de ver Battlestar Gallactica.
:: Susurros de _Muerte_ a las 4:20 p. m. [+] ::
:: 5.9.09 ::
El viernes pasado dí un auténtico espectáculo totalmente involuntario en el cercanías llorando como una imbécil mientras leía Pedro y Yo. Vale. El dibujo no me convence, pero la historia me tocó la fibra. Mucho. Supongo que de eso se trataba.
Menos mal que levanté la vista y un cartel me sacó de la miseria... y me hizo sonreir ... pero después entré en un bucle de pensamiento infinito
:: Susurros de _Muerte_ a las 11:50 p. m. [+] ::
:: 18.7.09 ::
Uno va por ahí de generoso dejando trocitos de uno mismo con la gente. Hay quien agradece tu atención e incluso te da una propina de más, pero otras veces, al igual que pasa cuando dejas libros, la gente no lo valora y nunca te los devuelve. No pasa nada. A todos nos ha pasado y no se trata de ir racionándote, o sólo dar esperando recibir. Pero si ocurre demasiadas veces, si no tienes cuidado, un día te das cuenta de que por el camino te has quedado en la mitad.
Sí, sí. A fuerza de entregar, a veces ocurre que de repente te falta un trozo más o menos grande. En el mejor de los casos, es la yema de los dedos... o la punta de la nariz. Pero otras veces descubres, quizá demasiado tarde, que tienes un enorme agujero en el estómago y se puede ver a través de tí. Y entonces, cuando la transfusión ha sido demasiado grande, puede que el resto de tí empiece a deshacerse o desmadejarse, por falta de algo que lo mantenga unido. Simplemente te desvaneces, como un haz de globos de feria mal atado o un banco de peces sorprendido por el chapuzón de una gaviota hambrienta.
Puede ocurrir lentamente. Si pierdes el corazón puedes malvivir durante un tiempo como un zombie que sólo se mueve por los instintos más básicos:comerdormirfollar. Peor aún: si pierdes la cabeza acabas convertido en un ser traslúcido al que es difícil ver u oir si no se le presta mucha antención. Acabas como un tú diluido, demasiado aguado... una infusión de lo que antes eras.
A mí, lo único que me ha servido de cemento en casos de urgencia, cuando he tenido que recomponerme, ha sido un abrazo tan largo que parecía absurdo, o música fuerte, sólida, a todo volumen, maravillosamente desgarrada. De esa que hace que te muevas de pura rabia.
:: Susurros de _Muerte_ a las 12:26 p. m. [+] ::
:: 26.6.09 ::
Tenía un post aparcado desde hace unas semanas porque últimamente no tengo tiempo para actualizar. Desde hacía más de un mes Sandman y yo escuchábamos canciones de la Motown en el coche con el peque y nos lo pasábamos como enanos. Las de los Jackson 5 las repetíamos cuando acababan. Y siempre me golpeaba el mismo pensamiento.
Me gustan los niños. No soy, ni mucho menos, una mamá perfecta, pero intento ser una buena. Aunque a veces también me enfado mucho, tengo una batalla personal con la gente que, sin admitirlo, cuando se enfadan les tratan como "menos que una persona" y hacen cosas con ellos que ni se les pasaría por la cabeza hacer a un adulto: gritarles, llamarles "torpe" o "bruto", darles un azote ("de vez en cuando"), ladrarles órdenes, amenazarles, arrastrarles cuando no hacen lo que quieres,... .
Podría estar horas escuchando a un niño. Me fascina oírles hablar y su pensamiento lateral. Veo en ellos una belleza que no puede compararse con otra cosa. Me gusta la fotografía de niños y tengo en Favoritos colecciones/álbumes de flickr como esta o esta otra. Cuando hay un grupo de adultos y niños, de alguna forma, siempre acabo haciendo el payaso rodeada de los segundos. Si no tengo un mal día disfruto de su compañía. También la de la mayoría de los adultos (si no tengo un mal día), pero es distinto.
No justifico a Michael Jackson. Por supuesto, no sé si era culpable o inocente. Sí, a veces se le iba la pinza (mucho) y cometía errores. Pero no me hacían ni puta gracia las bromitas sobre él y los niños que todo el mundo hacía desde hace años. Porque tal vez sólo fuera un enorme bulo. Es probable que NO fuera un pervertido. Quizá, simplemente le gustaban los niños, en la acepción más pura de "gustar". Como a mí. Y entonces sería terrible.
Y si fuera así y yo fuera un tío... yo sería un jodido Michael Jackson pobre, sin Neverland ni dinero para rarezas.
R.I.P., Michael.
:: Susurros de _Muerte_ a las 9:19 a. m. [+] ::
:: 6.6.09 ::
A los trenes, sí, esos flamantes vehículos serpentinos, tan seguros, tan de fiar, que siempre te llevan a tu destino a tiempo... los carga el diablo. Esta mañana, después de 6 años utilizándolos de forma intensiva para moverme por la Gran Ciudad, he tenido, lamentablemente, la oportunidad de comprobarlo.
Tecleaba en mi miniportátil de camino al trabajo cuando, al levantar la vista, leí fugazmente el letrero con el nombre de la estación donde me bajo todos los días. Las puertas seguían abiertas así que me levanté de un salto e intenté bajar. Lo intenté, digo. En ese momento las puertas se cerraron con una fueria terrible y el tren comenzó una carrera fenética. Miré a mi alrededor buscando la mirada de los otros pasajeros, pues el tren parecía ir mucho más rápido de lo normal. Pero todos habían bajado en la parada que yo me había pasado.
Los minutos se hicieron eternos hasta que finalmente pude bajar en la siguiente estación, que era el final de la línea. No me sonaba nada. Había decenas de vías. La gente parecía caminar a cámara lenta y el aspecto de muchos me hizo pensar, de alguna manera, en la cantina de una nave interestelar. Averigüé que debía coger un tren de la línea 1.
El pasillo hacia la línea 1 sólo tenía 3 puertas. 2 tenían una botonera para introducir un código. La otra era la de un montacargas que no bajaba. Mil veces busqué otra forma de bajar al andén pero no la había. Llevada por lo surreal de todo aquello tecleé "0000" en una de las puertas y sorprendentemente se abrió descubriéndome una especie de reunión clandestina. Como si hubiera traspasado una puerta secreta del Madrid de Abajo, como si fuera Richard Mayhew de Neverwhere. Corrí y milagrosamente el montacargas bajó al andén. Tras una tensa espera en la que pensé que posiblemente todas las vías de aquella extraña estación estaban muertas, conseguí montarme en un tren que me llevó de vuelta a un lugar que me resultaba familiar.
Supongo que vivo para contarlo porque soy la orgullosa madre de un pequeño fan de los trenes. No quiero ni pensar que habría sido de mí si hubiera sido una ciudadana anónima más. Sin duda algo se removió en sus corazones de pistones y me dejaron marchar sólo porque tengo la casa llena de decenas y decenas de diminutas locomotoras a las que conozco por su nombre y visito el Museo del Ferrocarril con el enano todas las semanas.
Al llegar al curro tuve que decir que me había dormido. De haber intentado dar más explicaciones seguramente estaría escribiendo desde un manicomio. Aunque ahora que lo pienso, quizás fue el jarabe para la tos.
:: Susurros de _Muerte_ a las 12:11 a. m. [+] ::
:: 2.5.09 ::
¿Muñecas articuladas orientales?. Un niño de resina, con cara de ángel contrariado. Unos ojos de anime con una mirada intensa, entre triste e inquisitiva. Nunca hubiera pensado que me llamara la atención algo así. Yo que era más de lápices, canicas y coches Guisval.
Pero sí, con estos años e ilusionada por una muñeca. Medio año ahorrando y pasando las noches buscándole por internet unos ojos grises de cristal que le den una mirada más cálida, un pelo suave, un pequeño jersey de calaveras. 41 cm de ¿vale que tú eras un...? y de aquellos viajes de verano en coche, parloteando y asomando diminutas cabezas por la ventanilla para que ellas también vieran el paisaje. Había en todo aquello un cariño absurdo a ojos de los que ya nunca serán niños.
Hay quien recurre a sustancias para ver las cosas distintas, pero a veces basta con hacer el ejercicio de verlo todo con ojos de niño, sin esterotipos que te impidan hacer algo. Sin reparos, vergüenza ni complicaciones. Disfrutar de lo surreal y lo mágico de aquellos años en los que compartías un bocadillo sentado en el patio del cole y en los que una caja de galletas “campurrianas” con ventanas recortadas era, por supuesto, un autobús. ¿Por qué no jugar con muñecas?.
Voy a imprimirme unas tarjetas muy serias en las que se pueda leer esto bajo mi nombre completo:
_M_. Funambulista del Sueño. Devoradora de historias. Gran desaparecedora de cosas. Yonqui musical. Bloguera inconstante y comiquera. Mamá que canta y dibuja. Meto tesoros en tuppers que escondo en el campo para que otros los encuentren. He empezado a jugar con muñecas. ¿Algún problema?.
:: Susurros de _Muerte_ a las 12:41 p. m. [+] ::
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